Cartas a un joven novelista - Mario Vargas Llosa (1)

by - julio 19, 2020


El libro fue publicado por primera vez en 1997. En este ensayo Mario Vargas Llosa nos cuenta, inicialmente, que escribió este libro por recomendación de su editor, quien tenía un proyecto de publicar una colección de textos de diversas disciplinas donde autores veteranos se dirigirían a un supuesto discípulo explicándole sobre los secretos su labor. A pesar que el proyecto no prosperó MVLL trabajó en él hasta culminarlo, pues le permitió la reflexión de un oficio al que venía dedicándose hacía muchos años. 

Parábola de la solitaria, es el primer capítulo. Aquí MVLL explica pacientemente al supuesto discípulo, en este caso el lector- escritor, sobre tres puntos principales: La vocación, la elección de ser escritor y la esclavitud de escribir. 

 “El escritor siente íntimamente que escribir es lo mejor que le ha pasado y puede pasarle, pues escribir significa para él la mejor manera de vivir” (p12) 

Para el escritor peruano fantasear con historias y fábulas es de lo más cotidiano, las personas siempre inventan situaciones, acciones o reacciones en distintos episodios de su vida. Sin embargo, en ese momento en el que se decide darle vida a todas las historias que circundan su mente estamos ante la vocación literaria. El autor considera que esta vocación es una elección voluntaria, pero agrega después que más que una elección es una acción de rebeldía, que quizá es inconsciente pero necesaria:

 “Estoy convencido de que quien se abandona a la elucubración de vidas distintas a aquella que vive en la realidad manifiesta de esta indirecta manera su rechazo y crítica de la vida tal como es, del mundo real, y su deseo de sustituirlos por aquellos que fabrica con su imaginación y sus deseos”. (pp 15, 16) 

Por otro lado, MVLL sostiene que la ficción “es una mentira que encubre una profunda verdad; ella es la vida que no fue, la que los hombres y mujeres de una época dada quisieron tener y no tuvieron y por eso debieron inventarla” (p17)

Sin embargo, la ficción no solo queda en el plano no real, muchas veces sobrepasa y trastoca la realidad, he allí la razón por la que gobiernos, o regímenes muestran desconfianzas en las ficciones y han sometido a sensuras. 

Finalmente, MVLL explica que dedicarse a la literatura es asumir una servidumbre, una esclavitud. Compara el oficio de escritor con la de ser víctima de un parásito intestinal: “Tú crees que yo estoy haciendo esas cosas como las haces tú, porque te divierte hacerlo. Pero, te equivocas. Yo las hago para ella, la solitaria (…) que todo en mi vida (…)no los vivo para mí, sino para ese ser que llevo adentro, del que ya no soy más que un sirviente”. (p20) 

El escritor termina el capítulo indicando que la vocación literaria no es un pasatiempo, es una dedicación exclusiva y excluyente, una servidumbre libremente elegida, que hace de sus víctimas(los escritores) unos esclavos. 

 En la siguiente post describiré los capítulos II y III ¿Es la escritura una esclavitud libremente elegida? ¿Qué opinas?

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